✓ La retórica ▷ El arte de hablar
El arte de la palabra: ya en la antigüedad, los filósofos pensaban en la retórica: ¿cómo convencer a los oyentes? ¿Qué es un buen discurso y cómo se consigue que la gente lo escuche?
Definición de retórica: ¿Qué significa retórica?
El término «retórica» procede del griego antiguo y significa el arte de la oratoria o la elocuencia. Pero en cuanto se trata de una definición precisa, las opiniones difieren: ¿Se trata de dar buenos discursos, es decir, monólogos? ¿O se trata también de conversaciones y negociaciones?
Aristóteles definió la retórica en aquella época sobre la base de 3 pilares:
- Pathos: Se trata de su oyente. ¿Cómo se transmiten las emociones y se convence a los oyentes? ¿Cómo está preparado para aceptar las emociones y las convicciones?
- Ethos: Se necesita su propia autoridad y credibilidad. ¿Le creen sus oyentes? ¿Qué credibilidad tiene usted y lo que dice?
- Logos: Los hechos cuentan aquí. Sus argumentos deben estar estructurados y apoyados en hechos.
El concepto de Aristóteles muestra, pues, que el arte de la retórica consiste en transmitir un mensaje de forma tan impresionante que el interlocutor o los oyentes se convenzan de ese mensaje u opinión. En el mejor de los casos, los oyentes aceptan la opinión y actúan en consecuencia en el futuro.
Retórica negra – El lado oscuro del poder
Donde hay lados buenos, siempre hay al menos un lado malo: la retórica también puede utilizarse para manipular a la gente. El arte de la persuasión se encuentra apenas en el límite de la manipulación; los que dominan la retórica tampoco lo pasan mal con la manipulación.
El arte de hablar se convierte aquí en el arte de mentir y en el arte de la arrogancia. Un ejemplo muy familiar: te interrumpen en una conversación. Si no reaccionas a esto, te has subordinado y tu contraparte ha ganado la pequeña lucha de poder.
O bien: te hacen una oferta y tu interlocutor te dice: «Sólo puedo ofrecerte esto hasta esta tarde, porque termino de trabajar a las 17 horas». Está claro que le están presionando y su interlocutor le obliga a tomar una decisión pronto.
Otro ejemplo son las formulaciones como «seamos sinceros» o «si se me permite hablar con franqueza…» y las formulaciones que son más bien vagas, como «para encontrar una solución aquí, tenemos que llegar a la raíz del problema» pueden caer en el ámbito de la retórica negra, porque esta frase en realidad siempre se aplica a algo y es cualquier cosa menos concreta.
Así que los retóricos negros intentan convencerte mediante la arrogancia, el conocimiento fingido y la mentira.
Si te encuentras con una situación de este tipo, ayuda cuestionar lo que se dice: «¿Qué quieres decir exactamente?» o «En mi opinión (…) ¿Qué dices?». Como el retórico negro suele jugar contigo, esto lo desarma.
¿Cómo se puede aprender retórica?
Dominar la retórica tiene un efecto positivo en la confianza en uno mismo: quien sabe expresarse bien se promete menos a menudo, y quien se promete menos a menudo o busca las palabras es tomado más en serio.
Así que la pregunta es: ¿cómo hacerlo? Las habilidades sociales no se aprenden de la noche a la mañana, pero donde hay voluntad, hay un camino.
Para aprender retórica, puedes ceñirte a los siguientes puntos y probarlos en conversaciones con amigos o familiares:
- Empieza por lo más sencillo: Habla con claridad y baja un poco la voz al final de la frase. Esto refuerza tu afirmación y demuestra que estás seguro de lo que dices.
- Evite palabras como «tal vez» o «posiblemente» y trate de omitir el subjuntivo. Esto también aumenta tu expresividad y demuestra que sabes de qué estás hablando.
- Para saber de qué se habla, hay que conocer los argumentos. Infórmate bien y prioriza tus argumentos. Tu interlocutor debe ver que lo que dices es importante para ti y que no vas a ceder.
- Para saber por qué quieres hacerte valer, considera las consecuencias si no lo consigues: ¿Qué pasa si la persona con la que hablas se sale con la suya? ¿Puedes encontrarte con tu contraparte a mitad de camino? ¿En qué medida le afectaría una derrota?
- Intenta adaptarte al estilo de comunicación de tus oyentes o de tu interlocutor: ¿Os tuteáis? ¿Cómo de educado es el ambiente y qué temas se prefieren?
- Su lenguaje corporal también es importante. Párate derecho y no cierres los brazos. Esto te hace parecer abierto y confiado. Con los gestos y las expresiones faciales adecuadas se ganará la simpatía en las conversaciones o presentaciones. Porque: no sólo es importante que sepas lo que dices, sino que tu interlocutor también debe querer escucharte, y para ello necesitas simpatía e interés.
Hay otras formas de mejorar su retórica: Los seminarios de retórica o los cursos de retórica le ofrecen apoyo profesional, pero en muchos casos también le costará algo.
También puedes encontrar ayuda gratuita en YouTube: Ya sea a través de entrenadores que comparten sus conocimientos de retórica con usted o a través de vídeos de discursos y oradores conocidos. Un ejemplo: el discurso de Martin Luther King «Tengo un sueño».
Los «TedTalks» de YouTube también pueden ayudarte: Los ponentes profesionales hablan de sus experiencias y conocimientos, por lo que se puede aprender mucho aquí.
La retórica en la solicitud: cómo puede mostrar sus habilidades retóricas
Ya sea por escrito o por teléfono: la elocuencia siempre se puede demostrar. Ya puedes demostrar tus habilidades retóricas en tu carta de presentación destacando.
Fórmulas como «Por la presente solicito su puesto como …» están anticuadas. Consejo: Entre en detalles sobre la empresa y juegue también con las declaraciones de la empresa. Ejemplo: Volksbanken Raiffeisenbanken. El lema aquí es: «Despejamos el camino». Por lo tanto, tu solicitud podría destacar si el asunto es «Te abro el camino».
Para más consejos: La aplicación creativa: cómo destacar entre la multitud.
En la entrevista, todo se reduce a lo esencial: el saludo, las respuestas, las preguntas y la despedida, todas ellas oportunidades para mostrar tu charla y tus habilidades verbales.
Argumente con seguridad y confianza, deje que su lenguaje corporal hable por sí mismo y adáptese al comportamiento comunicativo de su entrevistador. Tal vez también puedas aportar un poco de humor a la entrevista: el humor es simpático y a menudo te recordarán mejor con una risa de por medio.
¿Qué trabajos requieren una retórica especialmente buena?
Las habilidades retóricas son siempre una ventaja, en algunos trabajos más, en otros menos. Aquí hemos resumido los trabajos en los que la buena retórica tiene una ventaja decisiva.
Educadores. Como profesor, formador o maestro de jardín de infancia, usted desempeña un papel a largo plazo en la vida de sus alumnos. Por lo tanto, los educadores deben ser modelos de conducta y ser capaces de transmitir sus conocimientos: la elección correcta de las palabras y la forma de comunicar son esenciales.
Periodistas. La retórica también desempeña un papel importante en la escritura. Las frases largas con muchas palabras técnicas son difíciles de leer. Hay que transmitir bien lo que se quiere decir para evitar malentendidos.
Profesionales de los RRHH. Tanto si se trata de un reclutador, de un cargo ejecutivo o directivo o de un empleado de recursos humanos, la manera correcta de expresarse es de suma importancia en este caso: dar un preaviso y anunciar recortes salariales, las malas noticias deben hablarse con conocimiento de causa. Los profesionales de RRHH también deben ser capaces de dirigir discusiones, resolver conflictos y mediar para no dañar el ambiente de trabajo.