Antes de aceptar la oferta de trabajo, hágase estas ocho preguntas para asegurarse de que es la adecuada.
Enhorabuena. Has conseguido una oferta de trabajo. Después de redactar una carta de presentación atractiva, optimizar tu currículum y superar la entrevista, la empresa ha decidido que eres el candidato perfecto para el puesto. Pero ahora te toca a ti preguntarte: ¿Este trabajo es perfecto para mí?
Es tentador decir rápidamente “SÍ” y aceptar la oferta en el acto, sobre todo cuando estás ansioso por una nueva oportunidad. Pero es importante considerar detenidamente lo que hay sobre la mesa antes de firmar el nuevo contrato.
Los solicitantes de empleo deben plantearse estas ocho preguntas antes de aceptar el trabajo.
1. ¿Estoy entusiasmado con el trabajo?
Si está buscando un nuevo trabajo, es por algo. Puede que te sientas estancado en tu puesto actual, que te hayas mudado a otra ciudad o que te hayan despedido. Estas situaciones hacen que sea fácil sentirse estancado o incluso desesperado.
Sin embargo, no deje que estos sentimientos le empujen a aceptar una oferta de trabajo sin considerarlo detenidamente. Pregúntese: ¿Me entusiasma este trabajo, la empresa y la gente con la que trabajaré? ¿O estoy emocionado porque he recibido una oferta?
Si la respuesta es esta última, date más tiempo para encontrar una oportunidad que realmente te emocione.
2. ¿Me acercará esta oportunidad laboral a la consecución de mis objetivos profesionales?
Probablemente, escuchaste esta pregunta en tu entrevista de trabajo -y probablemente la odiaste-, pero es hora de que te preguntes sinceramente dónde quieres estar dentro de cinco años, incluso de diez. ¿Te ayudará este puesto a conseguirlo?
Si ves que el trabajo no te ayuda a avanzar hacia tus objetivos profesionales, quizá merezca la pena reconsiderarlo.
3. ¿Cómo será mi nuevo día a día?
Aceptar un nuevo trabajo significa que tu vida va a cambiar. En primer lugar, considere detenidamente estos cambios dentro de su vida profesional. Asegúrate de que entiendes cuáles serán tus nuevas obligaciones y de que tienes una buena idea de lo que implicarán tus tareas diarias. ¿Te llenará el trabajo? ¿Te ayudará a adquirir nuevas habilidades? ¿Te impulsará al siguiente nivel de tu carrera?
En segundo lugar, piensa en cómo afectará este nuevo trabajo a tu vida personal. Piense en el tiempo que tardará en desplazarse y en su horario. ¿Este nuevo trabajo le obligará a contratar a una niñera? ¿Hacer horas extras? ¿Merece la pena?
4. ¿Apoyo la misión de la empresa?
No querrás aceptar un puesto en una empresa cuya misión no apoyas.
Deberías haberte hecho una buena idea de ello investigando la empresa antes de la entrevista y después de hacer preguntas al responsable de contratación. Ahora, tómate tu tiempo para asegurarte de que te sientes bien con el trabajo que vas a hacer. Lo más probable es que se te revuelva el estómago al pensar en esta pregunta.
5. ¿Encajaré en la cultura de la empresa?
Aunque “encajar” parece más propio de un estudiante de secundaria, es igual de importante en tu vida profesional con los compañeros de trabajo. Durante la entrevista, ¿te fijaste en la cultura de la empresa? ¿Los miembros del equipo que trabajan allí? ¿El estilo? ¿El ambiente? ¿Las normas éticas?
Recuerda que existe la posibilidad de que pases más tiempo con estas personas que con tu familia, así que asegúrate de que sientes que puedes encajar con facilidad.
Antes incluso de que empiece la entrevista, puedes empezar a leer las opiniones de los empleados en Internet. Glassdoor, InHerSight y Reddit pueden ser buenos recursos para hacerse una idea de la cultura de la empresa antes de hablar con nadie.
6. ¿Hay espacio para crecer?
No querrás ocupar un puesto en el que, al cabo de un año, te sientas estancado y como si estuvieras perdiendo el tiempo. Al fin y al cabo, ese podría ser el motivo por el que estás buscando esta nueva oportunidad laboral.
Una vez más, revisa tu entrevista. Si el jefe no habló explícitamente del desarrollo profesional, ¿le preguntaste? ¿Ofrece la empresa oportunidades de desarrollo profesional? ¿Ofrece oportunidades de promoción profesional? Si no es así, puede que dentro de tres años te encuentres en la misma situación.
7. ¿Cómo son los beneficios?
Aunque no queramos admitir que el dinero ayuda a tomar nuestras decisiones, suele ser así. Eche un buen vistazo a su oferta salarial, así como al paquete de prestaciones. Haz un rápido análisis de costes, desglosando el salario, el seguro médico, el tiempo libre remunerado, la póliza de enfermedad y el plan de jubilación. ¿Ofrecen una prima por traslado? ¿Ofrecen opciones sobre acciones? ¿Ofrecen la posibilidad de ir al gimnasio?
¿Cómo se compara el paquete retributivo de esta empresa con sus puestos actuales o anteriores? Normalmente, hay margen de maniobra, así que pule tus habilidades negociadoras antes de firmar el contrato de trabajo.
8. ¿Este trabajo me hará más feliz?
Ahora que ya has considerado la logística, hazte una última pregunta: ¿Este trabajo mejorará mi vida y me hará más feliz? Puede que tengas una corazonada para responder a esta pregunta, pero si lo necesitas, anota una lista de pros y contras. Incluye todas las preguntas anteriores. Habla con tus mentores, tu pareja, tu familia… con cualquiera que pueda ayudarte a adquirir una perspectiva adicional.
Aceptar un nuevo trabajo es un gran paso, así que asegúrate de sentirte bien con tu decisión.
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