4 miedos habituales en las entrevistas y cómo vencerlos

El miedo a las entrevistas es natural, pero no tiene por qué ser debilitante.

Nerviosas y estresantes, inductoras de ansiedad y llenas de presión. Son descripciones apropiadas de las entrevistas de trabajo, pero seamos sinceros. Cuando dejamos a un lado las palabras adultas, todo se reduce a esto: Las entrevistas dan miedo.

Y es comprensible. Hay un trabajo en juego, lo que significa que tu carrera, tu estilo de vida y tus ingresos pueden depender de tu rendimiento en sólo 30-60 minutos. Sin presión, ¿verdad?

Si le sirve de consuelo, no está solo, ni mucho menos. De hecho, hay una serie de miedos a las entrevistas tan comunes que puede que los reconozca como propios. A continuación desglosamos algunos de los temores más frecuentes ante las entrevistas de trabajo y lo que puede hacer para superarlos.

“¿Y si no puedo articular eficazmente mis argumentos?”.

Sabe lo que ha conseguido a lo largo de su carrera y cómo sus habilidades le cualifican para el puesto en cuestión. El problema es que el director de recursos humanos no lo sabe. La entrevista es tu oportunidad de comunicárselo, de argumentar por qué tus aptitudes y experiencia te hacen idóneo para el puesto. Eso significa que es fundamental articular todo esto con claridad.

Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. No se trata sólo de pronunciar las palabras, sino de pronunciar las palabras adecuadas. Para tener éxito en una entrevista, hay que dar forma a las respuestas para que sean claras, concisas e impactantes. Aquí es donde la entrevista se convierte en un arte y donde el asesoramiento profesional es más valioso. Un asesor trabajará con usted en los detalles, le ayudará a encontrar las palabras adecuadas y a plasmar sus argumentos en respuestas que impresionen.

“¿Y si digo algo equivocado?”

Preguntar por el sueldo demasiado pronto, quejarse de un antiguo jefe, responder que no tienes ningún punto débil… hay una serie de cosas que no se deben decir en una entrevista de trabajo. Dicho esto, todos cometemos errores, sobre todo cuando hay presión. Si uno de tus mayores temores es cometer un desliz y decir algo que no debes decir en una entrevista, te entendemos.

La mejor manera de mantenerse en el buen camino es reducir la posibilidad del error. ¿Cómo? Preparándose, por supuesto. Cuando tengas una idea de lo que te espera en la entrevista, podrás pasar del miedo a decir lo que no debes a decir lo que sí debes. Ya sea leyendo en Internet consejos para la entrevista o echando un vistazo a las preguntas más habituales (como “Hábleme de usted”), una preparación minuciosa le guiará en la dirección correcta con sus respuestas (y le mantendrá ahí).

“¿Y si me quedo en blanco en mi mayor argumento de venta?”.

Este miedo es quizá el peor de todos. Has trabajado duro en tu carrera y probablemente has conseguido algunos logros impresionantes por el camino, y sabes que ciertos elementos de tu experiencia laboral son oro para una entrevista de trabajo. Por fin te hacen la pregunta que te permite explicar por qué eres perfecto para el puesto y… no respondes.

El silencio en tu cerebro es ensordecedor.

Lo creas o no, ya conoces la respuesta para vencer este miedo a las entrevistas. Al igual que evitar errores importantes, la clave para recordar todo lo que quiere decir es una preparación cuidadosa. Aquí, sin embargo, es donde una preparación más experta puede ser valiosa. Si trabajas con un preparador profesional, te someterás a un simulacro de entrevista en el que podrás practicar las respuestas a las preguntas más importantes. De este modo, cuando estés sentado en la sala de entrevistas, ya habrás ensayado la incorporación de tus principales argumentos de venta en tus respuestas, con lo que será menos probable que los olvides en el momento.

“¿Y si no soy lo bastante bueno?”.

Voy a detenerte justo ahí. ¡Eres lo suficientemente bueno!

No hay nada como una situación de gran presión para hacernos cuestionar nuestras capacidades, pero recuerde: fue su currículum -su combinación de habilidades, especialidades y experiencia- lo que le valió esta entrevista. Y tú sigues siendo esa persona.

La clave para disipar este miedo es mantener la perspectiva. El síndrome del impostor es real y le ocurre a todo el mundo. Cuando entres en la entrevista, recuerda por qué solicitaste el trabajo: porque crees que encajas bien. Concéntrate en esto y en tu exceso de cualificaciones y descubrirás la serena confianza que necesitas para mantener la cabeza bien alta.

Con tanto en juego, no es de extrañar que las entrevistas de trabajo provoquen tanta aprensión. Sin embargo, no hay ninguna razón por la que no puedas vencerla y sobresalir. Con el estado de ánimo adecuado, una preparación minuciosa y la ayuda de un profesional, podrás dejar de lado esos miedos y concentrarte en superar la entrevista. Si pones todo de tu parte, nada se interpondrá en tu camino.

Lecturas recomendadas:

  • ¿Ansiedad ante las entrevistas? Cómo superarla
  • Errores en las entrevistas que no sabe que comete y cómo evitarlos
  • El arte de la entrevista: Del miedo a la diversión

Leidy Sofia
Leidy Sofia

Experta en la redacción de artículos de entrevistas de trabajo. Con una sólida comprensión de las habilidades y características que buscan los empleadores, me dedico a investigar y analizar la empresa y el puesto específico para el que se está contratando, y utilizar esta información para crear perfiles que destaquen las habilidades y cualidades del candidato en relación con las necesidades del empleador.

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