No dejes que los nervios de la entrevista te dominen.
Si eres una de esas raras personas que no se ponen nerviosas en una entrevista de trabajo, enhorabuena. Para el resto de la población, la ansiedad antes y durante una entrevista puede ser increíblemente difícil de controlar y tiene el poder de desbaratar totalmente su rendimiento. Y puesto que muchos empresarios saben si quieren contratarte en los primeros 90 segundos, es de vital importancia aprender a controlar los nervios de la entrevista para que tu verdadero y asombroso yo pueda brillar de principio a fin.
La buena noticia es la siguiente: No tienes por qué seguir sufriendo. Puede cambiar la forma en que su mente y su cuerpo reaccionan ante las entrevistas de trabajo y eliminar por completo el miedo y la ansiedad. Aquí tienes ocho consejos para que la entrevista deje de ser una experiencia que temes y temes y se convierta en una que esperas con ilusión e incluso disfrutas.
1. Prepararse con un propósito
La mayoría de los solicitantes de empleo estarán de acuerdo en que la preparación es la base de una buena entrevista. También es un paso importante para controlar los nervios de la entrevista. Para ello, asegúrese de tener un currículum sólido, actualizado y con un diseño profesional. También debe planificar y preparar su atuendo con antelación, teniendo en cuenta que debe vestirse para el puesto de mayor nivel que desee. Por ejemplo, si se presenta a una entrevista para ser director de departamento, pero espera llegar a ser director general, vístase como tal para la entrevista.
A continuación, tómese su tiempo para repasar las responsabilidades y logros de sus anteriores puestos, de modo que los tenga presentes durante la entrevista. Para obtener los mejores resultados, adapte todo al puesto que busca, desde su currículum hasta las respuestas a las preguntas. Por ejemplo, si nunca ha sido directivo pero se presenta a una entrevista para un puesto de gestión, revise su currículum e identifique ejemplos concretos de cómo ha aprendido y aplicado habilidades de nivel directivo para resolver problemas o añadir valor a la empresa.
2. Conozca su marca
Es una forma estupenda de aumentar la confianza y mantener la claridad y la concentración en la entrevista. Al igual que Tesla, Adidas y Fruit of the Loom, TÚ eres una marca. Como marca, es importante que tengas una identidad de marca que te ayude a destacar tanto durante la entrevista como después, cuando el mar de nombres tiende a difuminarse y confundirse.
La identidad de una marca son varias frases que explican claramente qué es la marca y en qué se diferencia de otros productos que compiten por la atención del consumidor. Así que, al igual que 7UP es un refresco sin cafeína con sabor a lima limón, usted debe tener una identidad de marca que diga claramente quién es, qué hace, cómo lo hace y para quién lo hace.
¿Está su marca claramente definida? Si no es así, dedique algún tiempo antes de la entrevista a reflexionar sobre estas cuestiones: ¿Qué valor aportas, cómo lo aportas de forma única y a quién se lo aportas? Cuando tenga las respuestas, redúzcalas a unas pocas frases breves. Si utilizas esas frases en tu currículum y en tus conversaciones durante la entrevista (con naturalidad, por supuesto; no parezcas un comercial), establecerás y reforzarás un mensaje de valor claro que deje en los entrevistadores una impresión sólida durante la entrevista, y que perdure mucho después de que te hayas ido.
3. Encontrar algo de humor
Justo antes de entrar en la entrevista de trabajo, haz algo que te haga reír. Ve un vídeo gracioso o lee algunos chistes. ¿Por qué? La risa es una «droga» milagrosa que hará todo tipo de cosas maravillosas por tu cerebro y tu cuerpo para que puedas relajarte y rendir mejor en la entrevista. Para empezar, la risa libera endorfinas en el cerebro. Las endorfinas son sustancias químicas que ayudan a sentirse bien, reducen el estrés y fomentan la sensación de felicidad y alegría. La risa también estimula la circulación, lo que favorece la relajación muscular y puede ayudarle a pensar con más claridad y a mejorar su estado de ánimo. Eso sí, asegúrate de soltar todas tus carcajadas tranquilamente, antes de que te llamen para la entrevista. No querrás parecer poco profesional.
4. Mantener la perspectiva
¿Qué pasa si no consigues este trabajo… se acabará el mundo? No.
¿Tendrá tu vida menos valor? No.
Claro, puede que lo desees de verdad, de verdad, de verdad, y puede que te encuentres en una situación económica en la que realmente lo necesites. Si no lo consigues, será doloroso, tal vez económicamente difícil y ciertamente decepcionante, pero no será tu fin. Eres fuerte. Eres un luchador. Y sabes (aunque a veces necesites que te lo recuerden) que a veces las cosas salen mejor cuando no salen como tú quieres. Una oportunidad mejor puede estar esperándote a la vuelta de la esquina. Así que antes de ir a la entrevista, recuérdate a ti mismo que debes mantener todo en perspectiva. No puedes controlar el resultado de la entrevista. Sólo puedes hacerlo lo mejor que puedas y seguir adelante a partir de ahí.
5. Los estás entrevistando
Recuerde que se trata de una entrevista bidireccional. Tú también estás examinando a la empresa para determinar si es la adecuada para ti. No quieres cualquier trabajo; quieres un trabajo que se ajuste a tus puntos fuertes y a tus capacidades, que ofrezca un entorno que se adapte a cómo te gusta trabajar. Si no estás seguro al cien por cien de cuáles son todas esas cosas, dedica algo de tiempo a averiguarlo antes de la entrevista.
Un gran recurso es el test de carrera de CareerFitter. Fue diseñado por psicólogos para evaluar los ocho fundamentos de la personalidad, únicamente en relación con el trabajo. Te ayudará a descubrir la carrera que mejor se adapta a ti, basándose en quién eres como trabajador. La evaluación produce un informe exhaustivo de 10 páginas, que puede ayudarte a orientar tus preguntas durante la entrevista y fundamentar tus decisiones sobre si es el trabajo adecuado para ti. Si tienes en cuenta que esta experiencia no es sólo una evaluación de ti -también es tu evaluación del empleador- te sentirás más en control de la situación y de tus nervios.
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6. Céntrate en tus objetivos
Antes de la entrevista, dedique algún tiempo a aclarar y centrarse en sus objetivos personales, no para su carrera, sus finanzas o su vida, sino simplemente para la entrevista en sí. Cuando estás nervioso, tus pensamientos revolotean como mariposas en el estómago. Centrarte en estos sencillos objetivos a corto plazo te ayudará a volver a centrarte en todo para poder mantener la calma y la concentración. Estos objetivos pueden ser:
- Averiguar si es un trabajo que quiero.
- Representar mi marca.
- Aprender algo de esta experiencia.
Recuerda que conseguir el trabajo no es el único objetivo, lo que significa que no conseguirlo no es una pérdida total. Si se cumplen tus objetivos, la entrevista es un éxito, sea cual sea el resultado.
7. Acepta tu energía nerviosa
Si investigas un poco sobre este tema, descubrirás que las opiniones van en ambos sentidos respecto a si debes confesar tu nerviosismo a un entrevistador. Aunque siempre es buena idea admitir el nerviosismo ante uno mismo (aliviará la presión), suele ser mejor evitar decírselo al entrevistador. Algunos entrevistadores podrían verlo como una falta de confianza.
Aun así, aproveche su energía nerviosa e intente canalizarla hacia algo más positivo para su entrevista. Una forma de hacerlo es presentarla como entusiasmo. Dígase a sí mismo que está emocionado, en lugar de nervioso. Este cambio de perspectiva te ayudará a centrarte en la razón por la que estás allí en primer lugar: la emoción de una nueva oportunidad de trabajo.
Al fin y al cabo, estar nervioso es normal, así que permítete sentirlo. Además, reprimir tu ansiedad te acarreará toda una serie de problemas que es mejor evitar.
8. Recuerda que el entrevistador está de tu parte
El entrevistador quiere que seas «el elegido», de lo contrario nunca te habría llamado. Están ansiosos por cubrir el puesto con la persona adecuada, y puede que seas tú. Por lo tanto, tu objetivo no es intentar convencerles, sino demostrarles que están en lo cierto contigo. Además, cuando te des cuenta de que estás en la élite del 2% de los candidatos a los que han llamado para entrevistarte, deberías sentirte más seguro de ti mismo. Les gustas, así que relájate e intenta disfrutar.
Es posible cambiar lo que sientes ante las entrevistas de trabajo. Puedes controlar los nervios y la ansiedad y aprender a disfrutar del proceso si te preparas, mantienes la perspectiva y te centras en presentar lo mejor de ti mismo. Recuerda que no se trata de conseguir el trabajo. Se trata de mejorar con cada experiencia y tener fe en que, cuando el trabajo sea el adecuado, la entrevista también lo será.
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