Las entrevistas de trabajo durante el embarazo pueden resultar difíciles. Esto es lo que necesitas saber para dar lo mejor de ti misma.
Un embarazo es un gran hito personal y un acontecimiento significativo. También es la patata caliente de la búsqueda de empleo. Las candidatas suelen dudar sobre cómo y si sacar el tema (sobre todo si la entrevista tiene lugar cuando el embarazo no es obvio). Por otro lado, los empresarios temen hacer las preguntas equivocadas, ofender a la candidata y enfrentarse a una demanda por discriminación. Con demasiada frecuencia, ninguna de las partes tiene el lenguaje o el nivel de comodidad necesarios para hablar de los recelos y las dudas, lo que puede dar lugar a que una candidatura sólida sea descartada por razones equivocadas.
Si te encuentras en esta situación, probablemente tengas muchas preguntas. ¿Debes revelar tu embarazo o guardártelo para ti? ¿Qué preguntas debe estar preparada para responder? ¿Cómo puede demostrar su compromiso con su carrera, incluso con la próxima incorporación a su familia?
Se trata de una cuestión compleja, así que empecemos por el terreno firme de la ley antes de pasar a las aplicaciones más matizadas de la vida real.
Sus derechos como candidata embarazada: la Ley contra la discriminación por embarazo
Los fundamentos jurídicos de las entrevistas durante el embarazo son bastante sencillos.
La Ley contra la Discriminación por Embarazo prohíbe que un responsable de contratación discrimine a una mujer por su embarazo. En teoría, el embarazo no debería ser un factor determinante en una decisión de contratación, a menos que sea evidente que impedirá a la futura empleada realizar el trabajo. No estás obligada por ley a decir a tu posible empleador que estás embarazada, y tu empleador no está autorizado a preguntártelo. Sin embargo, hay una excepción: las empresas con menos de 15 empleados están exentas de la ley debido a su pequeño tamaño.
Así pues, el fundamento jurídico es sencillo. Pero, como cabría esperar, la vida real es más compleja que la teoría jurídica. Eso explica por qué los expertos no se ponen de acuerdo sobre la forma correcta de actuar para quienes se encuentran en estas aguas.
Hay quien dice que no debes mencionar tu embarazo en una entrevista, sobre todo si no se te nota. Su postura tiene sentido. Al fin y al cabo, el embarazo es una condición temporal que no es relevante para tus cualificaciones profesionales. El puesto debe ser para la mejor candidata, embarazada o no.
Otros creen que es mejor ser franco y revelar todos los detalles durante la entrevista y el proceso de contratación. Además de conocer todos los detalles de tu situación, tu posible empleador también tiene la oportunidad de observar cómo manejas una conversación difícil, lo que podría mejorar tus posibilidades de conseguir una oferta. Y, si el empleador no está dispuesto a contratar a un profesional que tenga (o vaya a tener pronto) un hijo, es posible que reconsidere su deseo de trabajar allí en primer lugar.
Por último, hay quien aboga por el término medio. No reveles voluntariamente tu embarazo durante el proceso de entrevista, pero menciónalo antes de aceptar la oferta. Esta opción te da la ventaja añadida de poder revisar el paquete de prestaciones y comprender mejor las opciones de horario flexible, tiempo libre, baja por maternidad y guardería subvencionada de que dispondrás si decides aceptar el puesto.
Embarazada y entrevista de trabajo: aplicaciones reales
Una vez aclarados los aspectos jurídicos de la situación, pasemos a las aplicaciones en la vida real y a los modelos de decisión. Como era de esperar, no hay una respuesta correcta para todo el mundo. Esto es lo que debes tener en cuenta:
En la práctica, no cabe duda de que tu embarazo y el parto afectarán temporalmente a tu posible empleador. El grado de ese impacto dependerá de tu puesto, del tamaño de la empresa, de tu salud y la de tu bebé durante el embarazo y el parto, y del momento de tu baja por maternidad.
Por ejemplo, es probable que una empresa con miles de empleados disponga de procedimientos, flujos de trabajo y copias de seguridad para cubrir tu ausencia durante las citas médicas prenatales y las bajas familiares. En cambio, una empresa con sólo 10 empleados puede tener más dificultades para gestionar su ausencia porque usted representa el 10% de su plantilla. Considere también si las exigencias del puesto se ven afectadas por la estacionalidad (temporada de vacaciones en el comercio minorista, temporada de impuestos en una empresa de contabilidad, etc.).
Tu nivel de comodidad a la hora de hablar de tu embarazo también es un factor importante en la decisión. A algunas mujeres que realizan entrevistas durante los primeros meses del embarazo puede no entusiasmarles la idea de revelar su estado antes de haber llegado con seguridad al segundo trimestre. Puede que necesites más tiempo para organizar la logística de tu vida laboral después del bebé. Recuerda que no tienes más obligación legal de revelar tu embarazo que la de ofrecer voluntariamente el resto de tu historial médico, así que no dejes que nadie te presione para entablar una conversación para la que no estás preparada.
Entrevistar a una candidata embarazada: el punto de vista de un empresario
Si analizamos la situación desde el punto de vista del empresario, las preocupaciones suelen agruparse en dos categorías.
En primer lugar, ¿cómo gestionarán todos tus ausencias debidas a las citas prenatales, la posibilidad de reposo en cama en embarazos tardíos y la baja por maternidad? En segundo lugar, ¿qué probabilidades hay de que no vuelvas al trabajo tras la baja por maternidad?
El problema es que los empresarios están limitados en cuanto a las preguntas que pueden hacer. Las conversaciones sobre el embarazo y la baja por maternidad en el contexto de un posible empleo están plagadas de riesgos de responsabilidad legal. La buena noticia es que no es probable que te hagan preguntas ilegales. Lo que no es tan bueno es que las preocupaciones no expresadas del empresario pueden influir en la oferta de trabajo y en la decisión antes de que hayas tenido la oportunidad de exponer tus argumentos.
Por lo tanto, si su barriguita es evidente (o si ha optado por revelar un embarazo menos visible, a más corto plazo), prepárese para abordar las preocupaciones subyacentes del empresario, tanto si las expresa como si no. No tiene por qué entrar en detalles sobre cómo organizará el cuidado de los niños o qué hará en caso de que enfermen. En su lugar, prepárese con un plan para minimizar el impacto de sus ausencias mediante la planificación anticipada, la documentación del estado del proyecto, la formación cruzada de los miembros del equipo, el trabajo a distancia, etc. Esta es tu oportunidad para poner de manifiesto tu ingenio, compromiso y flexibilidad. A continuación, vuelve a centrar la conversación en tu experiencia, habilidades y cualificaciones.
Por último, examínate a ti mismo
A cualquier candidato le vendría bien recordar que las entrevistas tienen dos caras. Por supuesto, el posible empleador está evaluando su idoneidad para el puesto, su potencial profesional y sus cualificaciones técnicas. Sin embargo, usted también se encuentra en una posición de fuerza al recoger impresiones y prepararse para tomar la decisión que más le convenga a largo plazo.
Por tanto, presta atención a las señales que indican que la empresa podría no ser un buen lugar para ti. Sé sincera contigo misma sobre las adaptaciones que necesitarás durante y después del embarazo. Haz cuentas sobre el coste de la guardería. Considera la posibilidad de trabajar parte de la semana desde casa. ¿Te convendría trabajar a tiempo parcial durante unos meses y serías capaz de asumir la pérdida parcial de prestaciones, como la asistencia sanitaria?
Asegúrate de leer atentamente el paquete de prestaciones, incluidas las condiciones relativas a las vacaciones pagadas y el permiso de maternidad. Algunas empresas imponen condiciones de antigüedad a determinadas prestaciones. Ten en cuenta que las empresas más pequeñas, de menos de 50 trabajadores, quedan fuera de la FMLA, lo que significa que tu puesto no está protegido por la ley una vez que estás de baja por maternidad. Esto no significa que sea imposible negociar la baja por maternidad con una empresa más pequeña, o que no puedas beneficiarte de la baja por maternidad por llevar menos de un año en una empresa. Ambas cosas son posibles, pero tendrás que depender de tu relación con los responsables de la toma de decisiones y de la confianza que habrás generado en los primeros meses en tu nuevo trabajo.
¿Cuándo se debe revelar el embarazo en una entrevista de trabajo?
Por último, recuerda que el momento adecuado para revelar el embarazo es cuando te sientas cómoda haciéndolo. Ten confianza en ti misma. Apaga la voz de tu cabeza que te dice que te sientas culpable. El embarazo es una parte natural (y hermosa) de la vida. A diferencia de una enfermedad catastrófica o un accidente, tanto tú como tu empleador tenéis varios meses de preaviso sobre lo que se avecina. Concéntrate en tu compromiso, tu valor como miembro del equipo y tu potencial para influir en el cambio. Las empresas adecuadas verán tu potencial y trabajarán contigo.
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