No dejes que la discriminación por edad en el trabajo te impida conseguir tu próximo empleo.
Puede resultar frustrante enfrentarse tanto a la búsqueda de empleo como al proceso de entrevistas en general. Si a ello se añade la preocupación por la discriminación por edad en el lugar de trabajo, puede parecer una batalla interminable y cuesta arriba. Por desgracia, la discriminación por edad es frecuente en nuestra sociedad. Una encuesta de 2014 de la Oficina de Estadísticas Laborales sobre AARP informó que el 64 por ciento de los trabajadores mayores han visto o experimentado la discriminación por edad en el lugar de trabajo, mientras que el 58 por ciento de los adultos creen que la discriminación por edad comienza entre los trabajadores de 50 años. Con uno de cada cinco trabajadores de Estados Unidos fichando a los 55 años o más, estas estadísticas pueden parecer desalentadoras. Sin embargo, con la mentalidad y la estrategia de entrevista adecuadas, hay formas de superar la discriminación por edad durante el proceso de entrevista y demostrar que eres el candidato adecuado para el puesto, independientemente de tu edad.
¿Cómo actuar ante una pregunta ilegal en una entrevista de trabajo?
En 1967 se promulgó la Ley de Discriminación por Edad en el Empleo (ADEA) para prohibir la discriminación por edad en el lugar de trabajo contra las personas de 40 años o más. Cualquier pregunta de la entrevista que se refiera a su edad o que infiera su edad es discriminación en el empleo y es ilegal que los entrevistadores la formulen, punto. Muchos entrevistadores saben que deben evitar esas preguntas, pero algunos siguen haciendo a los solicitantes de empleo alguna variación de la pregunta “¿Cuántos años tiene?”.
Si le ocurre esto, tiene varias opciones.
1.) Podrías responderle: “Esa pregunta es…. y no voy a responderla”. Es una respuesta válida, aunque probablemente no te hará ganar puntos de cara a una segunda entrevista.
2.) Podrías responder diciendo tu edad y dejarlo ahí. Este enfoque tampoco te llevará muy lejos en el proceso de entrevistas con los empresarios.
3.) La tercera opción es responder con tu edad e inmediatamente después exponer las ventajas que tu edad puede aportar al puesto de trabajo. Por ejemplo: “Es una pregunta interesante. Tengo cuarenta y nueve años, y como tal, he visto muchos altibajos en este mercado laboral, y estoy familiarizado con la forma de manejar estos períodos altos y bajos. He tenido tiempo de sobra para cometer mi ración de errores durante mi carrera y enfrentarme a muchos de los problemas que surgen en departamentos como éste, lo que me sitúa en una posición que me permite apoyar al equipo y manejar rápidamente las situaciones difíciles en caso de que surjan.” Este tipo de respuesta muestra cómo aportas valor al puesto y a la organización, lo que ayuda a desviar la atención de tu edad.
Evita gritar la edad que tienes
Es habitual que los solicitantes de empleo estén nerviosos durante una entrevista y digan cosas para distraer su nerviosismo. Sé tú mismo y mantén la calma mientras evitas compartir cosas específicas de tu edad, como bromear sobre la edad que tienes o decir cosas como “Tengo edad suficiente para ser tu [padre, madre, abuelo, etc.]”.
Ten en cuenta tu vestuario y tu presencia en general
Evita los pasos en falso que demuestren tu edad, como que un hombre lleve pantalones plisados o que alguien se vista demasiado elegante (dependiendo de la cultura de la empresa). Investiga la empresa y su cultura para hacerte una idea de lo que es apropiado llevar a la entrevista.
Además, hacer un pequeño esfuerzo adicional para actualizar tu aspecto puede ser de gran ayuda en una entrevista. Actualiza tu peinado y maquillaje, hazte un blanqueamiento dental y asegúrate de ir bien afeitado. No quieres ser alguien que no eres, pero sí tener el mejor aspecto posible.
Escuchar cuáles son las necesidades y comercializar eficazmente su experiencia
Ponte en el lugar de los entrevistadores, sobre todo si son más jóvenes que tú. Lo último que quieren oír es lo genial que eres y lo mucho mejor que puedes hacer el trabajo que ellos. Puede que ni siquiera pretendas dar esa impresión, pero si estás contando todo lo que has conseguido a lo largo de tu carrera, puede que intimides al entrevistador. En lugar de eso, aprovecha tu madurez para hacer preguntas y escuchar cuáles son las necesidades de la organización y el departamento. De este modo, podrás elegir aspectos concretos de tu experiencia que puedas compartir y que respondan a las necesidades mencionadas.
Si no surge la pregunta sobre tu edad, pero intuyes que es un problema, puedes plantearla tú mismo. Podría decir: “Estoy seguro de que tienen muchas preguntas sobre mi edad y sobre cómo eso puede afectar a mi capacidad y mi empuje en este puesto. Mis años de experiencia me permiten ser rápido de reflejos y saber manejar las situaciones con rapidez y eficacia…”.
Para “vender” tu edad al empresario de forma positiva durante el proceso de contratación, puedes decirle que tienes más tiempo y flexibilidad de horarios ahora que tus hijos son mayores, y que te encantaría concentrarte y dedicar más energía a todo lo necesario para hacer el trabajo con eficacia.
Mientras exploras el aventurado panorama de las entrevistas, considera tu edad como una ventaja, en lugar de un inconveniente. De este modo, el entrevistador o el director de recursos humanos tendrán la oportunidad de ver también esas ventajas. Acudir con la mentalidad adecuada, utilizando los consejos anteriores, hará que el entrevistador destaque tus habilidades y puntos fuertes, y desviará la atención de tu edad, ayudándote así a combatir la discriminación por edad y a conseguir esa oferta de trabajo.
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