¿Qué es un optometrista?
El optometrista es un especialista en atención primaria de la salud capacitado para examinar los ojos con el fin de detectar defectos de la visión, signos de lesiones, enfermedades oculares o anomalías y problemas de salud general, así como para tratar algunas afecciones oculares. Los optometristas trabajan en atención primaria, en consultas de calle, o en atención secundaria en hospitales.
¿Qué hace un optometrista?
Los optometristas pueden trabajar en hospitales, en la comunidad o ofrecer visitas a domicilio. Anteriormente conocidos como ópticos oftálmicos, los optometristas están capacitados para examinar los ojos y detectar defectos de la visión, signos de lesiones, enfermedades oculares o anomalías y problemas de salud general, como la hipertensión o la diabetes.
Hacen una evaluación de la salud, ofrecen asesoramiento clínico, prescriben gafas o lentes de contacto, tratan determinadas afecciones oculares y remiten a los pacientes para que reciban tratamiento adicional, cuando es necesario. Los optometristas cualificados para la prescripción independiente (IP) pueden recetar medicamentos para tratar determinadas afecciones oculares.
¿Qué se consigue con este papel?
El optometrista es un respetado profesional de la salud que trabaja en equipos sanitarios multidisciplinares de diversos tamaños, ya sea en consultas comunitarias o en hospitales.
Ser optometrista te da la oportunidad de ayudar a las personas y marcar la diferencia en sus vidas, permitiéndoles ver de forma óptima y detectando y tratando los problemas de salud ocular y de visión.
Si quiere progresar en su carrera, puede seguir formándose en temas como las lentes de contacto, el glaucoma, la retina médica, la baja visión o el cuidado de los ojos de los niños. El trabajo puede ofrecer una serie de pautas de trabajo flexibles.
¿Qué habilidades necesita?
¿Cómo es su jornada laboral?
Trabajando en un equipo pequeño o mediano, ya sea en una consulta comunitaria o en un hospital, como optometrista pasará gran parte del día hablando con la gente en la sala de examen, evaluando su visión y su salud ocular y aconsejando sobre cómo cuidar sus ojos.
En el ámbito hospitalario, ayudará a impartir clínicas especializadas, por ejemplo para pacientes con glaucoma o niños.
En la práctica, se pondrá en contacto con el óptico dispensador, que ayudará a la persona a elegir las monturas y las lentes.